El político y dirigente de la organización política Guayana Libre, Américo de Grazia, insistió en la propuesta de que en la oposición venezolana se realicen primarias de dos vueltas de cara a escoger un candidato unitario que aglutinea las fuerzas atomizadas que adversan al mandatario, Nicolás Maduro, así como también en que ese aspirante pueda ejercer un liderazgo con un centro político definido.
Consideró un «error» que los partidos del G4 decidieran en 2016 abandonar la estructura de la Mesa de la Unidad para, de alguna forma, acentuar las pugnas de poder en base a un solo puesto e invisibilizar a los demás partidos y dejar a la población sin un referente en el campo político para respaldar.
De Grazia destacó que, mientras se permitan las improvisaciones en las organizaciones políticas, no se llegará a buen puerto porque sostuvo la necesidad de que exista una dirección política y una estrategia de acción.
“Todos los partidos de oposición a Maduro, sin excepción, se han dividido, fracturado y enfrentado a su eje matriz; mientras este se consolida como la primera minoría en el país, acumulando en el mejor de los casos, un porcentaje que no supera bajo ninguna circunstancia al 25% del electorado, pero suficiente para sostenerse», advirtió.
Lamentó que aún se puedan cometer los mismos errores al ir a primarias con la concepción de pensar en unas elecciones regionales o incluso, volver a abstenerse de ejercer el derecho al voto, lo que para el político guayanés es darle más opciones a Maduro para que gane.
Con las primarias, dice Américo de Grazia, se pueden resolver tres temas principales: el liderazgo en la oposición, escoger el centro de dirección política y que con estos dos elementos se resuelva el tema de una estrategia válida para ir en lo que cree es la «dirección correcta».
“De esta manera, en las primarias pudieran converger todos los partidos que estén dispuestos para ello, con sus respectivos candidatos; de modo que, si hipotéticamente, se presentan 20 precandidatos postulados por un centenar de partidos, en la primera vuelta, cada partido se vería representado en la plenaria, conforme al porcentaje de los votos obtenidos. Esa representatividad es la que validará su voz y el peso de su opinión en el centro de dirección política. Vale decir, si el partido “Z”, obtuvo el 7%, entonces, ese será el peso de su opinión, otorgándole así, la legitimidad de origen a cada uno de las organizaciones políticas dentro de la plataforma democrática, restituyendo el orden, la dirección y el liderazgo, como fiel expresión de lo que decida el electorado”, finalizó De Grazia.