El Liverpool se enfrenta a una temporada decisiva en los despachos, porque tres jugadores clave de los últimos años terminan contrato: Mohamed Salah, Virgil Van Dijk y Trent Alexander-Arnold.
Estos tres futbolistas, vitales en los éxitos del Liverpool de Jürgen Klopp y ganadores de todo en Anfield, acaban contrato el próximo 1 de julio y podrán negociar con cualquier club de fuera del Reino Unido a partir del 1 de enero, siempre y cuando no renueven su compromiso con el Liverpool antes.
En el caso de Salah, es el que ha saltado las alarmas, al asegurar en Sky Sports, tras vencer por 0-3 al Manchester United, que está ante «su último año en el Liverpool» y decir que nadie en el club le ha ofrecido un nuevo contrato.
Unas declaraciones parecidas a las de Van Dijk, que a mediados de agosto apuntó que «aún» no le han ofrecido una renovación.
El delantero egipcio es el jugador de la plantilla con mayor sueldo, unas 350.000 libras semanales, y le sigue Van Dijk, con unas 220.000 libras a la semana. Sus salarios, junto a la edad de ambos, 32 Salah y 33 Van Dijk, son los grandes impedimentos a la hora de ofrecerles un nuevo contrato que les mantenga en el norte de Inglaterra más allá del verano de 2025.
Diferente es el caso de Alexander-Arnold, que cobra unas 180.000 libras semanales, pero que aún tiene 26 años y mucha carrera por delante en la banda derecha de Anfield. Su renovación es la que parece más plausible.
Además, ni con Salah ni con Van Dijk se puede hablar de un declive. Ambos jugadores están en un gran estado de forma y el holandés ha disputado los noventa minutos en los tres partidos de esta Premier League, mientras que el egipcio ha marcado tres goles y repartido tres asistencias en el mismo período de tiempo. Solo el noruego Erling Haaland, con siete goles en tres encuentros, mejora las aportaciones a gol de Salah.
«Sería duro que se fuera», reflexionó Luis Díaz en Telemundo tras hacerle un doblete al Manchester United. «Le queda un año, así que espero que se lo piense», añadió el colombiano preguntado sobre una posible marcha del mejor delantero que ha visto Anfield en décadas.
Salah ya rechazó una oferta de Arabia Saudí, valorada en 150 millones de libras, el pasado verano, pero parece haberse hecho a la idea de que su etapa en el Liverpool está cerca de acabar. «No quiero pensar más allá, quiero disfrutar de mi año aquí», agregó la semana pasada.
En el Liverpool tampoco se adivina un recambio claro, a la espera de ver qué rol ocupa Federico Chiesa, fichado por 15 millones este verano y que a sus 26 años ha firmado un contrato de cuatro años con los ‘Reds’. Visto el rendimiento del italiano en los últimos años, sobre todo tras la grave lesión de ligamento cruzado que sufrió en 2022, no parece que vaya a ser el sustituto natural de Salah, sino más bien un revulsivo de lujo, con participaciones puntuales de titular, como puede ser ahora mismo Diogo Jota.
Tras un verano relativamente tranquilo, con la única llegada de Chiesa y el rechazo de Martín Zubimendi, el Liverpool afronta ahora una temporada interesante en los despachos en la que tendrá que decidir si alargar la estancia de su vieja guardia o comenzar un nuevo proceso de revitalización como el que ya hizo en el centro del campo.
Notiespartano/efe