La falsificación de productos agrícolas, como cualquier alteración, es un delicado tema que está enfrentando el sector ya que se expone los cultivos a daños por mala calidad, y por ende pone en riesgo la producción de alimentos.
Así lo afirmó Mayra Correa, gerente comercial de Agrollano, ante la detección de distribución de productos que burlan marcas originales y por supuesto crean un impacto negativo, de allí que destaca la necesidad de educar a los productores en el valor de adquirir productos garantizados.
Al respecto, Correa sostiene que el costo de la falsificación empieza en el ámbito económico porque el ahorro que se calcula con un producto no garantizado solo genera una doble inversión, al tener que reparar el daño causado en las tierras, menor productividad y pérdida parcial o total de las cosechas.
“Algo que nos preocupa es la calidad a razón de la baja o limitada efectividad de producto, y si el agricultor desconoce la procedencia del mismo no puede exigir garantía al fabricante”, advirtió, sumando a esto el impacto legal, porque podría estar comprando sin facturas formales y quedar en debilidad jurídica al no tener donde reclamar por un producto que ha dañado su siembra y cosecha.
La Falsificación de productos agrícolas generan un impacto ambiental y a la salud
También hay un impacto ambiental, por el posible daño a la tierra y un impacto a la salud, porque sin los equipos de protección adecuados, el uso de productos puede tener consecuencias, y ante un evento adverso se desconoce la composición química y es mucho más difícil llegar a un diagnóstico y por ende tratamiento.
Ante tantos resultados negativos por la adquisición y uso de productos para la agroindustria dudosos o falsos, Correa insiste en que es vital que los trabajadores de la tierra estén atentos, pues las organizaciones que venden productos falsificados tienen una estructura muy bien montada para simular envases, etiquetas y cajas de marcas originales. «Una recomendación es acudir a las agrotiendas autorizadas para la venta de productos originales, que en el caso de Agrollano, pueden conocerse porque los envases y las tapas tienen características propias de la empresa fabricante, una nomenclatura particular de la planta que elabora los plásticos, y las bandas toxicológicas que identifican las etiquetas tienen un color Pantone específico».
Incluso, si se importa un agroquímico de países como Colombia, Brasil o China, hay datos a considerar como la garantía del fabricante, que el producto sea afín con las condiciones y características de uso y manejo en nuestro país, y tener en cuenta que los factores abióticos adversos varían por país, en función de las condiciones edafoclimáticas propias de cada región.