Siete palestinos murieron este martes y al menos otros 25 resultaron heridos durante una redada militar israelí, que aún continúa tras 12 horas de asedio, en el campamento de refugiados y la ciudad de Yenín, en el norte del territorio palestino ocupado de Cisjordania.
Entre los muertos hay dos niños de 15 y de 16 años, además del jefe del Departamento de Cirugía del Hospital gubernamental de Yenín, Osayd Kamal Jabareen, de 51 años -abatido en las proximidades del hospital-, un maestro de 48 años que se dirigía en coche al trabajo y un estudiante de 22, según informó la agencia palestina Wafa.
Preguntado por EFE, el Ejército israelí aseguró que está realizando una «operación antiterrorista» en la zona, basándose en información proporcionada por el servicio de Inteligencia interior, y confirmó estar investigando «acusaciones» sobre heridos «no involucrados», con tiende a referirse a la población civil.
«Se están produciendo intensos intercambios de disparos entre las fuerzas de seguridad y los terroristas armados», detalló el Ejército, que negó tener heridos entre sus filas.
Junto a las 7 víctimas mortales, otros 19 palestinos resultaron heridos esta madrugada -entre ellos el periodista Amr Manasra, herido de bala-, a los que se sumaron seis heridos más esta tarde, cuatro de bala.
Según detalla Wafa, dos jóvenes fueron tiroteados dentro del campamento de refugiados, y a un tercero le alcanzó la bala de un francotirador estacionado en una casa. Además, un adolescente de 17 años resultó gravemente herido por disparos israelíes y fue trasladado de urgencia a un hospital, junto a una sanitaria herida de metralla.
La Media Luna Roja Palestina denunció que las autoridades israelíes, como ya es práctica habitual, impidieron a los equipos médicos acceder a los afectados durante la redada. Solo horas más tarde, dijeron haber podido brindar primeros auxilios a dos heridos; uno en el pecho y otro en la mano, a quienes evacuaron al hospital.
Las fuerzas israelíes irrumpieron de madrugada en el campamento de Yenín, con blindados y excavadoras, lo que desató enfrentamientos armados tanto en el campamento como en otros barrios de la ciudad y en la aldea cercana de Burqin.
«Estos crímenes no detendrán la resistencia de nuestro pueblo y su persistente búsqueda de liberar su tierra, sus santidades y lograr sus derechos nacionales», indicó el grupo islamista palestino Hamás en un comunicado.
Crecientes incursiones militares
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05), y en lo que va de 2024, al menos 184 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría supuestos milicianos o atacantes, pero también civiles, incluidos más de una treintena de menores, según el recuento de EFE.
Del lado israelí, han muerto en 2024 diez personas en ocho ataques palestinos, entre ellos cuatro uniformados y seis civiles, tres de ellos colonos.
El año 2023 fue el año más letal en dos décadas con más de 520 muertos. Pero tras el ataque de Hamás del 7 octubre, el Ejército israelí intensificó sus ya frecuentes incursiones en la Cisjordania ocupada, causando desde esa fecha la muerte a 513 palestinos, incluidos una decena a manos de colonos.
notiespartano/efe